Tintes naturales: ¿cómo se teñía el cabello en la Edad Media?

Tintes naturales: ¿cómo se teñía el cabello en la Edad Media?


Introducción

Cambiar el color del cabello no es un invento moderno. En la Edad Media ya existían tintes naturales, aunque menos duraderos que los químicos actuales. Vamos a descubrir qué usaban y qué significaba teñirse el cabello en aquella época. En la Edad Media, teñirse el cabello no era solo cuestión de estética; entraba en juego la autoexpresión, el estatus social y, en muchos casos, rituales ligados al cuidado del cuerpo y la salud.

 

Ingredientes más usados:


Plantas doradas y rojizas

Los tan apreciados tonos dorados y rojizos se obtenían también con: ceniza de vid, azafrán, crocus, saúco enano, celidonia mayor, rubia (madder), baya de mirto, avena y azafrán. Se mezclaban con regaliz y se empleaban incluso como champú. 


Cáscaras de nuez — Tonos marrones a negros

Las cáscaras de nogal eran usadas frecuentemente para obtener colores marrones profundos o negros, mediante técnicas de maceración o filtrado. 

Manzanilla, cúrcuma, piel de cebolla — Amarillos suaves

A pesar de ser más comunes en textiles, ingredientes como la manzanilla, cúrcuma o piel de cebolla también aparecían en recetas ocasionales para matizar tonos claros. 


Henna — El clásico eterno

Aunque con orígenes más antiguos, la henna seguía siendo un recurso popular para tonos rojizos en cabello, especialmente en el mundo islámico. 


Mezclas rituales: cenizas, vinagre, granadas… 

Algunas preparaciones medievales incluían pretratamientos con ceniza, vinagre, agallas de roble o alumbre antes de aplicar los tintes, esto ayudaba a fijar mejor el color. 

Incluso se citan métodos más extremos como el uso de orina animal fermentada (rica en amoníaco) o mezclas con cenizas para aclarar el cabello de forma más drástica. 


Hierbas fermentadas

Para tonalidades verdosas o amarillentas


¿Qué técnicas aún son populares hoy? 

  • Henna: sigue siendo ampliamente usada en cosmética natural, por su efecto duradero y totalmente orgánico.
  • Macerados y extractos vegetales: marcas eco-friendly emplean estos ingredientes (ej. madders, cúrcuma, manzanilla) en champús y tintes semi-naturales.
  • Cáscaras de nogal y plantas amarillas: reaparecen en formulaciones artesanales para matizar tonos.
  • También, tendencias DIY en redes sociales reviven recetas ancestrales con infusiones de flores o raíces.



Diferencias sociales y culturales 

  1. Nobleza: usaba tintes como símbolo de estatus.

  2. Clero: teñirse podía considerarse vanidad.

  3. Pueblo llano: recurría a remedios caseros accesibles.

Procedimientos 

El cabello se impregnaba con pastas o líquidos de hierbas y se dejaba al sol para fijar el color. El resultado era menos uniforme que los tintes modernos, pero suficiente para marcar un estilo.


Conclusión

Los tintes medievales reflejan una mezcla de estética, simbolismo social y experimentación con la naturaleza. Lo más extraordinario de estas técnicas es cómo revelan el ingenio y la conexión de nuestras antepasadas con la naturaleza. Los cuidados capilares no eran un lujo: eran parte de una sabiduría ancestral.

Regresar al blog

Deja un comentario